Quería ayudarlos a lograr cambios más amplios y duraderos, pero no sabía cómo. Estaba felizmente casada y tenía dos hijos pequeños, o al menos eso creía, hasta la inesperada y terrible pérdida de mi madre. Durante ese tiempo, mi sólido matrimonio dejó de serlo tanto. En menos de un año, me divorcié, me sentí deprimida y perdida.

 

La desgracia suele traer oportunidades. Durante esa época turbulenta, redescubrí quién era y comencé un camino de crecimiento personal. Reexaminé cómo, como mujer, me presentaba al mundo y los cambios que quería lograr.

 

Al unirme a Landmark Forum, una organización mundial especializada en formación transformacional y programas de liderazgo, me dediqué a ser mentora y coach. Hoy, soy una mujer segura de mí misma, madre y esposa de un hombre especial, terapeuta, que trabaja con hombres que luchan contra la infidelidad y la adicción al sexo.

 

Ayudo a las mujeres de forma muy similar a como mi esposo lo hace con los hombres. Les enseño a superar el trauma de la traición, la infidelidad y otros desafíos de la vida. Y ahora, mi esposo y yo hemos creado una nueva forma de servir. Decidimos unirnos no solo en el matrimonio, sino también en nuestras prácticas profesionales. Juntos, podríamos decir que somos un doble impulso para ayudar a parejas e individuos con dificultades a superar algunos de los momentos más difíciles de la vida.

 

No tienes que hacer esto solo. Algunos creemos que tenemos que superar nuestras dificultades. Pensar así es una de las mayores tragedias de la humanidad, una que nos perjudica y frena nuestro crecimiento personal. Estamos aquí para ayudarnos mutuamente. Como dijo la difunta poeta, activista y actriz Maya Angelou: «Desarrolla la valentía suficiente para defenderte a ti mismo y luego defender a alguien más».

 

Si crees que es hora de defenderte y convertirte en la persona realizada que estás destinado a ser, entonces charlemos y hagámoslo realidad juntos.